lunes, 18 de junio de 2012

La mirada del amor

Hoy buscaba un cuento, una pequeña historia, que me sirviera para puntualizar sobre un hecho tan recurrente como es el de encontrarnos con un mismo problema que esta siendo focalizado por miradas diferentes y no hablo solo de como puede ser un simple cambio de punto de vista en una y otra persona, si no mas bien como nosotros mismo en un tiempo tuvimos una contemplación y con el pasar del tiempo esta se fue modificando.
Después de hurgar un rato en mi PC  encontré este relato que recrea en uno de su libros Jorge Bucay, desconozco de quien es la autoría pero lo tomo prestado y lo comparto por que ejemplifica de manera clara y contundente sobre mi requerimiento.

El rey estaba enamorado de Sabrina: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.
Una tarde, mientras el rey estaba de cacería, llegó un mensajero para avisar que la madre de Sabina estaba enferma. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era pagada con la cabeza), Sabrina subió al carruaje y corrió junto a su madre.
A su regreso, el re y fue informado de la situación.
-¿No es maravillosa?-dijo-Esto es verdaderamente amor filial. No le importó su vida para cuidar a su madre! ! Es maravillosa!
Cierto día, mientras Sabrina estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. La princesa lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta
-¡Parecen ricos! -dijo el rey.
-Lo son- dijo la princesa y alargando la mano le cedió a su amado el último durazno.
-¡Cuánto me ama!-comentó después el rey-, Renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta. ¿no es fantástica?
Pasaron algunos años y vaya a saber por qué, el amor y la pasión desaparecieron del corazón del rey.
Sentado con su amigo más confidente, le decía:
-Nunca se portó como una reina… ¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.

viernes, 15 de junio de 2012

El miedo al amor

Hay gente que vive a la defensiva para no sufrir. El sufrimiento es parte de esta vida y no se puede evitar, porque todo ser humano tiene sentimientos y su propio mundo de significados los afecta.
El miedo a la pérdida es el que impide relacionarse mejor. Un encuentro que llega a sorprender, con alguien diferente que produce placer y que hace latir el corazón más rápido, puede ser la vivencia que se estaba esperando, no obstante, aunque la soledad sea la única compañía, antes de entregarse de lleno a esa experiencia comienza a levantarse la barrera automática que se ha creado ante cualquier señal de peligro y se adopta la postura clásica del no compromiso.
Negarse a comprometerse no representa solamente una actitud egoísta de no querer compartir la vida con nadie porque es más cómodo, sino que también tiene un significado psicológico con raíces más profundas; es el miedo a sufrir.
Ni bien dos personas se encuentran, cada una de las dos comienza a especular y a tratar de bucear en el intrincado interior del otro para conocerlo y entonces así poder desplegar toda la gama de artilugios para conquistarlo y si es posible dominarlo.
Pocos son los que se dejan llevar pasivamente frente a un fenómeno tan común y difícil como es la relación de pareja y se atreven a ser como son.
La química del primer encuentro no es casual, porque no somos sólo seres materiales sino también sociales y espirituales, atributos que no sólo están relacionados sino que conforman una unidad armónica, por lo tanto, lo natural tendría que ser que la persona total, tal como es, provoque la misma atracción.
Sin embargo, el fenómeno actual es que las personas estén disociadas, y tampoco se comprometan consigo mismos ni con valores, porque viven en un permanente relativismo, reflejando una apariencia que no concuerda con su forma de pensar, de hacer o de decir.
Es difícil imaginar cómo es verdaderamente una persona así y es imposible llegar a conocerla.
Toda relación es un vínculo que para que llegue a ser profundo necesariamente tiene que basarse en la sinceridad y la honestidad.
La sinceridad y la honestidad son valores que trascienden lo circunstancial, porque forman parte del código ético necesario para vivir en una sociedad y para precisamente evitar el sufrimiento.
Y no me estoy refiriendo solamente al amor de pareja; porque el amor es la forma más perfecta de comunicación con los otros.

El amor es la emoción primera, ya que por amor nacemos y la vida sin amor por temor está incompleta.

domingo, 3 de junio de 2012

La Negación


La negación es el mal generalizado del momento y a veces la excusa perfecta, consciente o inconsciente, para no tomar decisiones. La mayor parte de la gente que la padece no la reconoce, pues lo peor de la negación es que la persona de veras se cree lo que dice, aunque tú sepas que es falso.



Negar los hechos no cambia la realidad.

En muchas ocasiones nos encontramos con personas que, aunque es perfectamente claro que están atravesando por una situación difícil o que tienen un problema con una sustancia adictiva, cuando intentamos comentar dicho problema para encontrar una solución al mismo, nos responden siempre negando la existencia de dicho problema o quitándole importancia, aunque esté causando estragos en su vida personal o profesional.
Esta conducta se denomina negación, y se da cuando el sujeto rechaza aspectos de su vida o su entorno que le resultan desagradables. Dado que no sabe como gestionar el conflicto al que se enfrenta, niega aspectos de la realidad que son perfectamente manifiestos para los demás, como si el sujeto llevara una venda en los ojos que le impidiera ver lo que los demás sí ven.

Todo el mundo, en uno u otro momento, ha estado en una fase de negación o ha tenido un momento de negación.  Frases como “Esto no puede ser”, “Debe ser una broma” y “Tiene que haber un error” son sólo algunos ejemplos de negación.    ¿Por qué ocurre la negación? Usualmente, las personas quieren mantener sus vidas en orden.  Quieren sentirse en control, por lo que se resisten a enfrentar situaciones que temen que podrían resultar en una pérdida, o que puedan ser una señal de que algo en ellos no está bien. Cuando una persona entra en negación, rechaza la situación o el hecho amenazante o incómodo de aceptar, aún cuando éste sea obvio para los demás.

Tipos de Negación

Negación Simple: La persona niega la existencia de una situación incómoda o amenazante, o la conducta imputada.   Esto puede ser de manera consciente, al  mentir, o inconsciente, cuando la persona no reconoce que la situación existe, a pesar de evidencia suficiente.
Minimizar: La persona acepta el hecho o situación, pero niega que afecte a alguien, o el grado del daño.  Esta negación puede incluir explicaciones alternas que minimicen el impacto de su comportamiento en sus seres queridos.  Es un intento de que el efecto de una conducta parezca menos perjudicial.
Negación de responsabilidad: La persona acepta la situación y sus consecuencias, pero niega que su conducta sea causante de dichas consecuencias.  Esto puede hacerse mediante un desplazamiento de culpa El sujeto puede simplemente negar la realidad del hecho desagradable, o puede admitir el hecho, pero negar sus consecuencias o la magnitud de éstas.  Esto es lo que se conoce como minimizarDe otra manera, la persona puede admitir el hecho y sus consecuencias, pero negar por completo su responsabilidad en el asunto.  A esto se le llama desplazamiento, si se desplaza la responsabilidad a otra persona, o transferencia, si se transfiere la responsabilidad al terapeuta.  Contrario a otros mecanismos de defensa de la teoría psicoanalítica, como la represión o la proyección, la negación es fácil de detectar.  La situación amenazante o incómoda y sus consecuencias están muy claras para todos, menos para la persona en negación hacia la otra persona,  o al tratar de justificar sus acciones.  Es un intento de hacer ver una conducta negativa como buena o neutral.
Negación de ciclo: La persona evita enfrentar el hecho de que su comportamiento es parte de un patrón o ciclo. A través de este tipo de negación, los alcohólicos y adictos fallan en reconocer los eventos que preceden a sus recaídas y las personas que padecen bipolaridad no reconocen sus cambios de humor.  Debido a este tipo de negación, los agresores y sobrevivientes de violencia doméstica no reconocen el ciclo de violencia en el que viven.
Negación compartida: Este tipo de negación es compartida por las figuras de importancia en el entorno familiar, laboral o comunitario en que se desenvuelve la persona.  La pareja, los padres, el jefe o los socios niegan o ignoran el problema, porque reconocer el mismo requeriría tomar ciertas medidas que podrían  crear una situación difícil o una crisis.
Negación transitoria: La persona experimenta negación al nivel pre-consciente por un período corto de tiempo y, gradualmente, permite que la información le llegue.  Tan pronto como la situación se torna menos amenazante, o la persona se siente lista para manejarla, la persona espontáneamente acepta la realidad y toma acción o busca ayuda.
Negación de la negación: Es simplemente la negación de un proceso de negación.  Comprende pensamientos y comportamientos que denotan que la persona no está siendo objetiva u honesta.  Una persona en negación de la negación puede tornarse muy defensiva.  Esto dificulta grandemente el proceso de la ayuda.