sábado, 11 de agosto de 2012

LA VIDA Y EL AMOR

Hace un tiempo atrás comencé a escribir por propia necesidad” yoica” una serie de palabras sobre el amor y muchas de ellas fueron subiendo a este blog. En estos días releyendo esos párrafos encontré muchas cosas de mi pasado y el reencuentro con esa parte de mi historia me hizo pensar en la vida como en un viaje, un largo viaje de caminos inciertos a veces y otras tantas conocido, que vamos recorriendo llenos de desafíos, sueños, fantasías, esperas despedidas, pero también de nuevos encuentros. Cuando abordé entonces el tema del amor, tenía una implacable sed de entender de qué se trataba ese sentimiento, (que como menciono en uno de los tantos escritos) “nos hace tan únicos”. Pero sucedió que entonces estaba sola yo, barruntando sobre pensamientos en su gran mayoría, ajenos a mí y entonces comprendí que esas palabras solo son producto de un supuesto imaginario idealizado sin un sustento real que le dé significancia. ¿De qué sirve entonces algo que no es significativo para uno?, ¿Para que nos sirve entonces aprender con exactitud algo que no estamos dispuestos a dar? Hoy podría decir que todo eso sirve para “darnos cuenta”, de ser conscientes de lo que sentimos, no engañarnos con los pensamientos; porque hoy entiendo que amar tiene que ver con la decisión de dejar entrar al otro, con bajar mis defensas con abandonar mi desconfianza, con animarme a salir de mis ideas rígidas y el amor es algo que va sucediendo, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Pero para llegar a eso hay que atravesar los prejuicios que nos impiden el amor y uno de tantos de ellos es el de cuando nos identificamos con nuestra coraza y nos sentimos seguros allí. Nos protegemos de nuestros sentimientos displacenteros aprendiendo a no sentir, a desconectamos de nuestras necesidades, y las defensas se convierten en una identidad que nos separa de lo que sentimos. Nos negamos a estar en el aquí y en el ahora, lo que nos impide conectarnos con lo que estamos “viviendo, sintiendo” y si ni siquiera soy capaz de conectarme conmigo mismo ¿cómo puedo pretender conectarme con el otro? Vuelvo al tema de inicio y mi capacidad de entendimiento sobre la vida como un largo viaje y de lo lindo que se ve cualquier paisaje, hasta el más sinuoso de los caminos se hace llevadero cuando el recorrido se hace acompañado. No nos preocupemos tanto entonces por tiempo que dure y cual sea el destino, enfoquémonos no solo en lo que vemos, sino en lo que sentimos y tratemos de elegir el camino que nos lleve hacia el desarrollo integral de nosotros mismos, busquemos enriquecernos con quien decida acompañarnos, en una vivencia fundada en el cariño, la aceptación, el respeto, la responsabilidad, la comunicación y la solidaridad. Aprendamos a vivir sin condicionamientos y a interactuar desde la espontaneidad, regocijándonos de cada posibilidad de encuentro con el otro.

2 comentarios:

  1. Querida Lic. Marcela vuelva a escribir sus refleciones tan profundas!!! Cuánta verdad cuánta transparencia !!! Espero nos escuches y nos llenes de tus sabias reflexiones!!! Te esperamos

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  2. Querida Lic. Marcela vuelva a escribir sus refleciones tan profundas!!! Cuánta verdad cuánta transparencia !!! Espero nos escuches y nos llenes de tus sabias reflexiones!!! Te esperamos

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