sábado, 12 de noviembre de 2011

EL DESAFIO DEL PERDÓN


Todos tenemos ideas preconcebidas acerca del perdón, ideas que están ligadas a sentimientos que las mantienen firmemente arraigadas y depende del concepto de perdón que tengamos lo que nos facultará para limitar nuestra claridad y objetividad sobre un acto o nos ofrecerá la libertad de dejar atrás el pasado para vivir con mayor paz en nuestro interior, por que lo mas importante del perdón es que al perdonar a otro nos perdonamos a nosotros mismos, es decir nos liberamos de esa pesada carga de arrastrar con los sentimientos malos de los que alguna vez, con razón o sin ella nos hicieron daño.
Perdonar no es justificar las acciones de los otros, ni decir ya pasó y seguir como si nada hubiera sucedido. Perdonar es un acto de reflexión donde yo elijo despojarme de todo lo dañino y perjudicial. No es necesario que esperemos el pedido de la persona que nos causo daño, porque puede que esa persona nunca lo haga o no esté dispuesto hacerlo y sentarnos a esperar que esto llegue a nuestras vidas es una pérdida de tiempo inútil ya que a medida que el tiempo pasa y el perdón no llega, la rabia y el rencor se apoderan de nuestras emociones. La rabia nos vuelve sordos a nuestros sentimientos más profundos, la rabia nos induce al resentimiento y resentir es volver a sentir una y otra vez el dolor pasado. Entonces porque nos aferramos a estas emociones tan negativas, en vez de soltarlas, de dejarlas ir?
Muchos son los que se aferran por que creen equívocadamente que eso les otorga “poder”. Lo hacen porque su amor propio interior está dañado, ya que este mismo amor propio es el que debe movilizarnos al perdón para curarnos. Del mismo modo nefasto, son muchos los que utilizan la rabia y el rencor para manipular y controlar a otros, ya que el enojo de uno hace muchas veces que otros se sientan culpables, es una especie de castigo hacia el otro, que de ningún modo sirve ya que el mismo se vuelve contra nosotros.
Todos los sentimientos que nos lleven a no soltar a no perdonar se convierten como una braza encendida en nuestra mano que la sujetamos para arrojársela a quien nos hizo daño y que mientras la tomamos, a nosotros también nos lastima, nos arde y nos daña.
¿Es eso entonces una actitud defensiva o solo un acto estúpido?
Elegir perdonar, es elegir una forma de vida que depende de nuestra elección si nos convertiremos en víctimas permanentes de nuestras circunstancias o en creadores de una realidad liberadora, un paso más en el camino de la “autotransformación”
Detrás de cada puerta interior escondemos cosas. Empecemos abrir cada una de nuestras puertas para dejar ir todo lo que nos sirve y nos pesa. Entonces el camino se hará más facil de transitar sin tanta carga inútil.
El siguiente poema de Eva Pierrakos describe la importancia de este proceso, animémonos a transitarlo!

TRAS LA PUERTA DE SENTIR TU DEBILIDAD
RESIDE TU FUERZA
TRAS LA PUERTA DE SENTIR TU DOLOR
RESIDEN TU ALEGRIA Y PLACER
TRAS LA PUERTA DE SENTIR TU MIEDO
RESIDE TU SEGURIDAD
TRAS LA PUERTA DE SENTIR TU SOLEDAD
RESIDE TU CAPACIDAD DE GOZAR DE PLENITUD Y COMPAÑÍA
TRAS LA PUERTA DE SENTIR TU DESESPERANZA
RESIDE LA ESPERANZA VERDADERA Y JUSTIFICADA
TRAS LA PUERTA DE ACEPTAR LAS CARENCIAS DE TU INFANCIA
RESIDE TU SATISFACCIÓN POR EL PRESENTE.


LIBERATÉ!

No hay comentarios:

Publicar un comentario