jueves, 20 de diciembre de 2012

La nada de nosotros mismos

Es común que en estos tiempos muchas personas se encuentren con esa sensación de vacio interior.
Esto tiene que ver principalmente con una falta de identificación propia, es decir muchas veces nos dejamos llevar tanto por las obligaciones y la rutina que llega ese punto donde uno comienza a cuestionarse ciertas cosas, no sabemos a ciencia cierta que queremos, ni para que, ni por que y eso hace que nuestra vida se convierta en una existencia sin sentido propio.
 
La carencia de un sentido identificatorio nos hace mirar hacia adentro, es en ese proceso de individualización donde debemos tener cuidado de no caernos demasiado.
 
Estamos viviendo una época en la que se da gran importancia a los derechos del individuo y la búsqueda de la felicidad, el derecho a ser completamente libres, a elegir quiénes somos o qué queremos hacer con nuestra vida. La libertad es, por supuesto, una de las mejores cosas que podemos tener pero, debemos saber que para ser libres primero debemos aprender a ser responsables ya que sin ella podriamos caer aun mas en esa sensación de vacio y nada.

 “El que tiene un para que vivir siempre encuentra un como” decia Nietzsche por eso es importante que aprendamos a buscar y pensar desde lo individual pero en lo colectivo. Los seres humanos somos en otros, no podemos ser en si mismos  No hay que creer el mensaje:"esto es lo que hay","así son las cosas","es lo que te toca vivir". El compromiso es quedarse vacío con lo que realmente se quiere y anhela, no tener miedo a despegarse de personas, cosas, hechos, ideas, trabajos, profesiones y lugares. La visión subyacente es que no hay nada estático, que todo va y viene hacia lo desconocido. Algunos ven el peligro en el vacío por que no entienden que para poder llenarse nuevamente hay que vaciarse y que es mentira que el vacio es nada, el vacio siempre una realidad profunda.
 
Lo que en verdad debemos hacer para liberarnos de esa angustia es una vez más recorrer el camino de aceptación y la valoración propia. una vez logrado eso es hora de empezar a vaciarnos de todo lo que no necesitamos y queremos mas en nuestra vida. Dejar de guardar cosas sin sentido: relaciones que terminaron, afectos que no se demuestran y rencores que se mantienen, son algunas de las cosas que mas se acumulan y que tanto costo tienen para nuestro bienestar emocional.

Lo único que nos reconcilia con la vida es ser nosotros mismos, hacer realidad la persona que somos y apasionarnos con nuestros propios proyectos, Tenemos que rescatar lo esencial de nosotros mismos, porque es lo que permanece siempre y no cambia y lo que nos permite reconocernos a través del tiempo.
El vacío interior, es un abismo muy profundo que sólo se llena con amor y el amor necesita de algo mas que uno mismo. La propuesta es mirarse el ombligo sacarse la pelusa y ver con que quiero llenar ese hueco.-

2 comentarios:

  1. Lo más bonito e importante de este espacio... es que contiene tu pensamiento... profundo... pero sobre todo... TU SENTIR!!! Grandes enseñanzas... grandes reflexiones/pensamientos... seguro provienen de una Gran Persona... Marcela Gracias por lo escrito!!! Carlos

    ResponderEliminar