martes, 25 de octubre de 2011

ABUSO EMOCIONAL

El abuso emocional es el maltrato psicológico de una persona a otra que con el tiempo, este maltrato constante deteriora la autoestima de la víctima, de allí la importancia de poder determinarlo a tiempo.
Al igual que todo abuso, es una forma de agresión y violencia. Puede darse en el ámbito del hogar, de la escuela o universidad, en el trabajo, o bien, en su círculo social. Es una manera inadecuada e irrespetuosa de relacionarse e interactuar con otras personas.
Abusar emocionalmente de una persona implica socavar o minar su autoestima, deteriorarla psicológicamente, hacer sentir insegura a una persona (o que no vale nada), descalificarla, criticarla, maltratarla física o verbalmente, ignorarla, humillarla, burlarse de ella, o degradarla, entre otras cosas.
Para que el abuso tenga lugar, tiene que haber una persona frustrada que no logra hallar formas de relacionarse saludablemente con los demás y que canaliza su frustración maltratando o humillando a otros.
Pero también tiene que haber una víctima, que en cierto modo “permita”, por alguna razón, que el abuso ocurra.
Es importante recordar que “Sin dos, no hay pelea”
El abuso, al igual que otros problemas y patologías, tienen diferentes fases o etapas.
Comienza con la acumulación de tensiones, hasta llegar a un punto en se que desata un episodio de abuso específico, que finalmente culmina con una etapa de disculpas o justificaciones y reconciliación. Al cabo de determinado tiempo se olvida el incidente, hasta que nuevamente comienzan a acumularse tensiones y ocurre otro episodio de abuso. Con cada ciclo que se cumple, las personas involucradas comienzan a “acostumbrarse” a esa dinámica, hasta llegar a una instancia en que ése modo de relacionarse se constante. Cuando una persona se siente frustrada, por lo general siente ira y necesita canalizar esta energía negativa de alguna manera.
También, cuando una persona se siente frustrada quizás no sienta ira sino un marcado sentimiento de depresión o de apatía.

Ignorar a alguien o ignorar las necesidades de una persona, también constituye una forma de abuso emocional. Quizás sea la manera más dolorosa de agredir a otros. Es por esto que, a veces, algunas personas prefieren soportar el abuso emocional explícito (verbal, físico, etc.) antes que ser ignoradas. Prefieren recibir caricias de lástima o migajas de afecto antes que indiferencia. Y es por eso que permiten que el abuso tenga lugar. No conocen otras maneras saludables de relacionarse con los demás.

Tipos de Abuso Emocional y Negligencia
• Dependencia emocional
• Dependencia económica
• Negligencia emocional y/o física
• Abuso de poder
• Abuso intelectual
• Abuso sexual emocional (no físico)
• Abuso cultural

Algunas causas posibles de los abusadores emocionales

• Complejo de inferioridad del abusador o de la víctima. Baja autoestima.
• Sentimientos de frustración, ira, u otras emociones negativas que no se logran procesar adecuadamente.
• Malos modelos de referencia durante la niñez. Un abusador puede haber sido víctima de abuso emocional o haber sido testigo de una relación abusiva.
• Problemas propios no resueltos que llevan a la depresión o a la agresión.
• Incapacidad intelectual o evolutiva (o inmadurez emocional) que impide comprender y emplear maneras diferentes de relacionarse con los demás de un modo saludable.
• Necesidad de ejercer el control sobre otras personas o necesidad de ser controlados.
• Inseguridad, falta de confianza en uno mismo.
• Falta de conocimiento de información clave sobre el abuso emocional.


El abuso se puede evitar, prevenir y/o solucionar
El problema del abuso emocional no es un problema que no tenga solución. Tampoco hace falta ser un experto en psicología para poder solucionarlo. Por supuesto que una buena terapia, ya sea individual, grupal, de pareja o de familia, siempre ayudará más que tratar de solucionarlo por uno mismo. Pero aun cuando hacemos terapia, es uno mismo -en última instancia- quien toma la decisión de detener el abuso o de no permitirlo y quién busca maneras de solucionarlo o evitarlo en el futuro.
Para poder prevenir o solucionar el problema del abuso es vital tomar conciencia de que todos tenemos derecho a ser respetados y aceptados como somos.

Algunos síntomas de abuso emocional o una relación potencialmente abusiva pueden ser los siguientes:
• Sentimos que no podemos hablar abiertamente con la otra persona acerca de las cosas que nos molestan.
• Tememos cuál pueda ser la reacción de la otra persona si queremos hacer valer nuestros derechos.
• Sentimos que necesitamos el permiso o la aprobación de la otra persona para tomar decisiones o hacer lo que queremos hacer.
• La otra persona critica, humilla, se burla, o juzga permanentemente a los demás.
• La otra persona nos ridiculiza cuando expresamos lo que sentimos o lo que necesitamos.
• La otra persona nos aísla de los demás, invade nuestra privacidad, tiende a ejercer un control desmedido sobre nosotros o es posesiva.
• Nos limita nuestro acceso al dinero, la independencia laboral, profesional o vocacional, o incurre en deudas que uno tiene que terminar pagando.
• Interfiere constantemente en nuestra relación con los demás diciéndonos qué es lo que debemos hacer (cómo criar a nuestros hijos, cómo hablar con nuestro jefe, con qué amistades podemos relacionarnos, etc.)
• Nos sentimos “atrapados” en una relación.
• No nos sentimos valorados, aceptados, ni respetados.
• Nos sentimos obligados a hacer cosas que los demás nos exigen.
• Sentimos temor a no encontrar algo mejor.
• La otra persona nos hace sentir en deuda.
• Pensamos que la otra persona no podrá vivir sin nosotros o que nosotros no podremos vivir sin ella.

En resumen, esto refleja el egoísmo y egocentrismo del abusador, que se deben, en última instancia, a su propia inseguridad y su baja autoestima, proyectadas en la otra persona.
Una persona que es segura de sí misma y tiene un nivel de autoestima saludable, no necesita degradar ni humillar, ni controlar a otras. Buscará relacionarse con otras personas que también estén "emocionalmente bien" y que no necesiten ser humilladas ni controladas.

Otros factores importantes
• A menudo el abuso se comete, y también se permite, debido a la falta de conocimiento de información clave. Algunas personas simplemente ignoran o desconocen que existen formas más saludables de relacionarse con otras.
• También es importante tener en cuenta el contexto cultural y el nivel intelectual y de desarrollo emocional del abusador y de la víctima del abuso. Hay personas que pueden tener ciertas limitaciones intelectuales y no comprender, realmente, que están abusando de otras o que están permitiendo que otras personas abusen de ellas.
• Recordar siempre que hay distintos puntos de vista desde la perspectiva de cada persona que -en sí misma- es única. Cada persona ha vivido experiencias únicas. Pueden existir personas que hayan vivido experiencias muy similares, pero aun así, su actitud frente a esas experiencias puede ser diferente. Es preferible decir que hay puntos de vista diferentes, en lugar de puntos de vista correctos e incorrectos, o buenos o malos. Todos tenemos derecho a expresar nuestra opinión genuinamente.

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